Juan Martínez-Miguel

ELOGIO DE LA MEMORIA

 

BIO

JUAN MARTÍNEZ-MIGUEL

Originario y vecino de la ciudad de México, nacido en 1994. Es estudiante de Lengua y Literaturas Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México y comerciante esporádico de libros. Autor de los poemarios Atlas de la imposibilidad, Consciencia de las llagas y Cuaderno del historiador advenedizo, así como del libro virtual de poesía Pónticas. Poemas sueltos han aparecido en revistas Delfos (Naucalpan de Juárez, México), Pliego 16 (Ciudad de México), y una selección será impresa en Forum (Arecibo, Puerto Rico). Prepara un libro de aforismos bajo el título de Deshebrado.

 

JUAN MARTÍNEZ-MIGUEL

Born at Mexico City in 1994, where he lives. Student of Hispanic Literature at Universidad Nacional Autónoma de México and occasional book merchant. Author of the paperback poetry collections Atlas de la imposibilidad, Consciencia de las llagas y Cuaderno del historiador advenedizo, and Pónticas, an ebook. Some of his poetry has been published in the magazines Delfos (Naucalpan de Juárez, Mexico), Pliego 16 (Mexico City), and other ones will be printed by Forum (Arecibo, PR). He is preparing an aphorism book called Deshebrado.

 

EXTERNAL LINK

ebook

https://archive.org/details/ponticas-juan-martinez-miguel

 

 

Mi abuelo no recordaba el título
del Sonámbulo de Santo & Johnny;
a cualquiera acontece un lapsus así. 

Su memoria tiene otros afanes
como la maestría de Steve Sax
guardando la segunda con los Dodgers
o la constante lluvia infame de Santa Rosa. 

La verdadera cuestión con el recuerdo
es no dejar en el olvido
lo que ningún otro
nos podrá rememorar.


 

ELOGIO DEL TABACO

Para Gonzalo

De niño me quemé los dedos
con la brasa de un Marlboro,
y mi padre se lamentó, amargo,
aunque la culpa haya sido mía. 

Veía fascinado,
más que las volutas del humo,
la actitud del fumante,
su naturaleza de chimenea;
aparte, claro está,
de los adláteres necesarios:
la mirada torva, malencarada,
el rictus de la mano
y la sonrisa a medio enquistar,
como una cicatriz
que esperaba en el sahumerio
una curación momentánea,
el ensalmo que antecede
al tajo del cirujano. 

Qué iba a saber yo
antes de vaciar la tabaquera
en el crepúsculo de las reuniones
y rechazar luego el desfile
de los cigarrillos invitados:
el mal gusto de las cápsulas,
los sabores detestables,
el cansancio del gusto
al comprender que la cena
y las comidas del día siguiente
iban a saber a cenizas. 

Pero de nuevo el recuerdo:
los cigarros de chocolate,
el ensayo para saber fumar,
la tenaza del índice y el medio,
la actitud de perdonavidas,
una disposición plena,
como cualquier vocación olvidada.

© The Acentos Review 2021